Entradas

Señorito X

Como empujar una puerta con un cartel enorme de “tire”. Como abrir un paquete de papas fritas que se siente lleno pero solo de aire. Yo me llevé puesto tu desinterés y me hizo mierda. Me la pasaba empujando cuando tenía que tirar. Cuando tenía que dejar de conformarme con promesas bien vendidas, con palabras azucaradas que al final no dicen nada. Cuando tenía que dejar de esperar el impacto de tu indiferencia. Y ahi estaba. Ya perdí la cuenta de las veces que me quedé ahi expectante  para verme a mi misma como una pelotuda importante mientras vos jugabas a ignorarme. Al fin y al cabo sos un adicto del juego retorcido del que me tenés como protagonista. Venis. Te divertís un poquito. Y te vas. Sin remordimientos. Sin darte vuelta mientras te vas desdibujando en la multitud. Pero eso solo se hace en las despedidas. Esto no es una despedida. Sos tan perverso que sabes que me quedo quieta. Quieta por vos. Quieta esperando a que vuelvas. Total te despedi en un millón de nuncas. Te pute...

Estoy bien mal

     Había pasado tanto tiempo que no recordaba cuando fue la última vez que me habían abrazado con tanta fuerza. Tus brazos me rodearon con firmeza pero con la mayor de las delicadez. Hacía mucho que te esperaba, pero no te vi venir. La vida se encargó de que te viera por primera vez cuando ya estabas casi en mi nariz. Llegaste y te quedaste. Por primera vez. Por primera vez no fui víctima de excusas y mambos ajenos, fantasmas de alguien más. Por primera vez no me pusieron a prueba. Ahí estabas en frente mío. Y te quedaste. Sin dubitar. Sin esperar mi aprobación. Pero yo no estaba ahí. ¿Y sabés que es lo peor? Que era capaz de morir por respirar los mismos besos que vos. Por compartirte mi universo del que tanto me avergüenzo. Pero no me salió. Y no me sale. Todavía me acuerdo las palabras exactas saliendo de tu boca: "Es tan simple como dejarse querer". Yo no sabía que decirte ¿Te acordás? Justo a mí me dijiste que eso. Que la calma nunca me pareció una prioridad y men...

Cual es tu norte

Al final todos estamos un poco rotos. Un poco más. Un poco menos. Pero rotos. Te rompió el baldazo de no ser correspondido. Te rompió que la persona que resguardaba tu mano con firmeza, un día la suelta con toda la indiferencia que le cabe en el cuerpo. Te rompió saber que aquel que supo ser un referente, te dio vuelta la espalda cuando más necesitabas un abrazo. Te rompió que incluso seres queridos te juzguen, te señalen con el dedo aunque hayas dado el paso de tu mayor acto de valentía. Te rompió haber dado todo a cambio de una miseria. O peor. A cambio de la nada misma. Te rompen y la vida también te supo romper. Hasta quedar hecho mierda y reducido a escombros. Pero para gustos los colores. Y para roturas, una medicina distinta. Un sedante. Una morfina que elegís para elevarte y sentirte entero por un rato. Pero no seas boludo. ¿Por que sabes que es lo peor? Que emparcharte y ponerte una curita no es sanar. No es cicatrizar. Siempre digo que el ser humano con tal de no desnudar su...

ponele

Mis vicios mortales se vuelven más seductores los domingos. De repente el atado de puchos a medio terminar me invita a saborearlo con ganas desesperadas. De repente mi cuerpo tiene ganas de chocar con otro sólo para perder el tiempo descubriendo los lunares de alguien más. Y ahí estoy. Buscando una razón para que mi opacidad mental haga juego con la atmósfera. Aunque sea por un ratito. Buscando una razón para mirar afuera lo que no tengo ganas de mirar adentro. Hoy es domingo y me quema por dentro.  Hoy es domingo y quiero matarlo ardiendo en tu boca

say no more

Viniste a mi vida ya estando lejos. Siempre con un pie dentro de mi universo y otro adentro tuyo por si tenías que huir de mi y correr a lo seguro. Así te conocí. Roto. Aunque en el arte de disimular siempre fuiste un campeón y en el de alardear yo diría un semidios. Ahi estabas, lejos, roto y distante pero me gustaste igual. Me gustaste. Me quise morir en tus besos. Me desvivía pensando como desnudarte los pensamientos. Buscando la forma de que estes cerca. Buscando la forma de que estes del mismo lado de mi puerta. Igual pará. Se que lo sabías y que vos te desvivías por tenerme cerca, por darme los besos mas ricos del mundo. Pero mi presencia era como ponerte alcohol en la herida. En el momento te aliviaba, te sentías sanando pero ardía, y la idea de estar en llamas para curarte nunca fue lo tuyo. Decidiste quedarte así. Roto y con una herida de la puta madre. Así es como termine de perder la posibilidad de tenerte. Dando de baja la posibilidad de armarte de nuevo, de desnudarte de ...

Correte

Si me das a elegir prefiero una bala que me rompa todos los órganos del cuerpo y me deje tendida en la escena del crimen. Morir desangrada de dolor porque los giles del Same llegaron tarde como siempre. Entregarme a los brazos del grito agónico de la muerte y no entregarme a la rigidez de una cama de hospital ni ser testigo del llanto de mi vieja. Ni da Pelear para seguir en un mundo donde estoy mas muerta que viva. Padezco más la herida de un cortaplumas. Ese que te abre la piel. Pero apenas. Una superficialidad que te hace un surquito de sangre pero duele como la puta madre. Sangra de a ratitos y te arde como si te hubieses calcinado en un incendio. Porque puede cicatrizar hoy, mañana o pasado y si sos medio torpe se te abre un poquito más todos los días.  Las palabras que no se dicen son como el cortaplumas de la boca que las encierra. Te duele la sensación de lo que se dijo pero en realidad el silencio te empapó los oídos. Te arde y te revuelve el estomágo pero en realidad s...

Breve descripción de mi persona

Con la misma boca que te doy los besos mas ricos del mundo, puedo pronunciar las palabras mas groseras para que te vayas de mi. Y lo peor es que en el momento me jacto de ser la campeona de mi vida y después me quiero comer los nudillos. Por eso soy impulsiva. Pero estoy lejos de sentirme una capa por eso. Doy rienda suelta a mis mambos para después ir corriendo a pedir perdón como un cachorro asustado porque si algo no tengo es orgullo. Pongo play y rebobino mi vida cuantas veces quiera sin avengorzarme. Pedir perdón no me asusta, al contrario soy una fanatica empedernida de disculparme incluso cuando se que eso es tarea ajena.  Soy apegada. Demasiado. No se si mi mamá fallo en mi crianza o fallé yo misma. Le tengo fobia a dos cosas: a la muerte en todas sus variantes y a perder vínculos. Me rompo la cabeza contra la pared 2400 veces antes que aceptar que alguien se fue de mi vida y a veces para no volver más. Parecería que la soledad me da miedo cuando en realidad es mi terapi...