Aujourd'hui plus que jamais

Escribí en el borde del cuaderno de derecho administrativo "Te quiero" pero así como lo escribí pasé la birome azul con fuerza para volverlo ilegible; tanta intensidad puse en esa acción que hasta pensé que también había borroneado esas dos palabras de mi cabeza; o también por sentir culpa de estar escribiendo en el apunte del parcial del Lunes. Dejá. Eso me da igual.
Como sino hubiese escrito lo anterior, insisto ahora, en este instante. Redondeo con la birome cada una de las letras que forman "te quiero" me detengo. Ahora sí, me detuve. Insisto para ver si en el preciso momento de escribir esos tres vocablos, el resto de mi pensamiento deja de ser una nube de palabras sueltas y por lo menos perdura en un párrafo. Te quiero. Nos quiero. Me quiero. Sí, en ese orden. Te quiero, y cuando pronuncio mentalmente esas palabras no quiero que suenen ni posesivas ni egoístas. Siempre me intimidó  el decirlo porque vos sos libre, sos muy "hacés lo que se te canta", venís, estás acá, te vas, sos muy disfrute, sos lo que la vida quiere que seas en ese momento y mi aprecio y eso que se hace latente en mí hacia vos es todo eso, todo lo que transmitís en el ya, en el ahora. Hasta te digo que me pongo ansiosa por seguir gastando renglones sin ni siquiera definir como te siento, como te pienso, como te deseo.

Y nos quiero un poco por eso, porque todo eso indefinible que sos, transmitís y vas dejando por ahí lo percibo, lo siento y lo respiro yo. Imaginate como voy a apalabrar por qué nos quiero (así en plural) si ni siquiera lo puedo hacer en singular. Es todo lo que siento y se que está pero ni lo pienso, ni lo siento y ni lo respiro. Y todo aquello que ni soy consciente que existe pero mi cuerpo sin quererlo, se encarga de ubicarlo en algún rincón.

Me quiero a mí, porque dejando de lado la soberbia, uno se quiere. Yo soy esto, esto que escribo acá y por algo estoy haciéndolo. Lo elegí. Me elegí. Sino te quisieras ni un poco creeme, todo sería insignificante y en este momento no se me ocurre una metáfora pero es posta. Insignificante. Punto. Además ¿Cómo podría no quererme? Si quiero a mi familia, a mis amigos y a vos. Y sino te querés TENÉS que hacerlo. Sino, no entregás nada. Asi que sí, me quiero. Me quiero mucho aunque reniegue con algún rincón de mi propio universo externo o interno. Además me gusta quererme o por lo menos me gusta intentar hacerlo cada día un poco más así entrego un poco de mí, de lo que soy a todos. Entregar algo mío, algo de los retazos que me forman, entregar amor, entregar una risa, un beso.

Y me voy a estudiar mientras entre párrafo y párrafo trato de quererte, querernos, y quererme incluso cuando ni lo pienso, ni lo deseo, ni lo quiero plasmar. Y al final somos instantes, somos presentes que esfuman cuando aún se sienten desvaneciendo. Pero te aseguro y te prometo que voy a congelarlo y plasmarlo y dejarlo ahí en este preciso momento, por lo menos en este texto y dejarlo ahí para vos, para nosotros, para mí y todo el que lo sienta a través de estos párrafos. "Hay algo en el aire detalle infinito y quiero que dure para siempre." Cantó Cerati. Sí. Infinito.

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