Viajes utópicos.
Respirar aire puro, respirar tranquilidad, respirar un ambiente distinto, libre de problemas, alejado de toda rutina que te canse y saque lo peor de vos. ¿Cuántas veces tuve esta idealización en mi cabeza, irme al medio del campo sin que nadie me moleste y poder olvidarme de todos y de todo, buscarle otra vuelta a las cosas y empezar de vuelta? Miles de veces. Ok es una buena idea, todos necesitamos desconectarnos de ese otro "yo" que vive en nosotros y cobra vida, ese "yo" alterado y resignado. Pero tarde o temprano tenés que volver a la rutina y ese "yo" negativo vuelve a aparecer. Pensás: "Ya está, me tengo que alejar de todo otra vez, irme más lejos", pero nunca pensás que la solución al problema no es irse lejos, sino conviviendo o mejor dicho, aprendiendo a convivir con ese "problema". ¿Irónico no? Ahora es dónde se preguntan: " ¿Cómo puedo lograr eso, si ya al minuto me resigno?", Y ahí, en ese mismo momento yo misma me pregunto: "¿ Cómo puedo mejorar mis problemas, mi vida, la relación con los demás si estoy lejos de ello?". La vida es una constante ironía que no se acaba nunca, por eso hay que aprender a ser irónicos.
Comentarios
Publicar un comentario