Si sucede, conviene.

Hoy es uno de esos días. Esos días donde una vez que terminé la rutina me dejo llevar por el momento, por lo que vaya surgiendo. A veces me agarran esos ataques de Micuartoesuncaos y me pongo a ordenar, o sino me doy cuenta que dejé todo para último momento y como si fuera en automático empiezo a hacer todo lo que fui acumulando. Pero hoy no. Hoy no tengo ganas de eso, hoy tengo ganas de hacer otra cosa. 

Tengo ganas de revolver el baúl de mi cuarto y recolectar esas cosas viejas que hasta en algún momento parecen olvidadas, como lo son los álbumes de fotos de mi infancia, y hasta mis diarios íntimos donde creo que tengo más que mi vida. Sí, lo admito. De vez en cuando me agarran esos ataques de melancolía, de tristeza, de querer retroceder por lo menos 10 años. Por ahí yo lo idealizo demasiado, quizá. Pero yo se que fui feliz, y las fotos se encargaban de afirmarlo. Como si nunca tuviese que preguntarme un por qué, ni a que se debía esa felicidad. Y creo que así funciona. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Estoy bien mal

El karma soy yo.

Carta del pasado.