Vuelta de Tuerca I

Ya no entendía. Ya no sabía. Ya no pensaba. Hacía un esfuerzo para comprender lo que le estaba pasando, buscando una explicación... pero nada. Así estuvo minutos. Horas. Días. Meses. Algunos dicen que hasta años. No dejaba cabos sueltos, tenía esa obsesión y siempre la manifestó a lo largo de su vida. No podía comprender como algunas cosas que le pasaban, terminaban como terminaban y porque no habían sido de "la otra forma", mejor dicho como quería que fuesen. Lo mismo le pasaba con las personas, no entendía el por qué de sus actitudes, y no entendía el por qué de sus reacciones. Su vida tenía que tener un por qué, un cómo, un cuando sino no lo entendía. Siempre tenía que ponerle título a todo, lo incierto y la espera no eran de su agrado. Vivía para lo cierto y rechazaba lo abismal. Como yo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Estoy bien mal

El karma soy yo.

Carta del pasado.