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Agridulce

Vive su vida y colecciona momentos.  Los aprecia y los conserva (rutinariamente, pero siempre consciente) a todos en su caja de recuerdos. Esa caja de recuerdos que los contiene a todos con la esencia viva de cada uno de ellos, el primer contacto con la arena cálida que enterraba sus pies cada vez más en esas vacaciones con sus amigas a la costa donde la adrenalina se encargaba de erizar su piel esos 7 días, la euforia mezclada con la emoción y el sabor de sus lagrimas surcadas en su mejilla durante la ceremonia de su egreso. Hasta esos que ella misma se encarga de afirmar como sus recuerdos “menos precisos”. Pero yo fui consciente y víctima de cómo se quería mentir así misma, quizá para que nadie observe su secreta habilidad para hacerlos revivir hasta el punto de poder aspirar, sentir y oler nuevamente el perfume de su cuello mientras lo besaba, sentir por segunda vez (y las veces que ella más quisiera) el tacto suave de la yema de sus dedos con su pelo. Sabe congelar las risas,...

Ecos de una nostalgia pasada.

Escucho nuestra canción en la radio y automáticamente me pongo a tararearla, a revivir las tardes cuando nos la pasábamos hablando de esa letra o de esa banda. Soportando la sensación de recordarte con cada acorde, con cada melodía con cada verso nuevo. Sintiendo la necesidad de cambiar de estación pero con la necesidad de seguir pensándote. Huelo tu perfume en el aire, en cada rincón hasta se lo huelo a toda persona que pase por la calle. Ese perfume que se hacía sentir cuando te abrazaba y me apretabas hacia vos. Ese perfume que me quedó registrado en mi memoria olfativa e intento volver a oler, a sentir, que solo me lleva a vos sin importar que todos lo lleven puesto en su piel. Esa esquina de nuestro barrio que nunca va a ser igual, aunque muchas parejas diariamente la ocupen para demostrar su amor o para ese último beso antes de que venga el bondi. Esa esquina que inconscientemente tiene nuestro nombre aunque nadie más lo note,  que contiene todo incluso ese “todo” que ...

Todo pasa y todo llega. Y al revés también.

Durante dos semanas enteras traté de tener un recordatorio mental que me decía: "dale Flor, este acontecimiento es importante estaría bueno que escribas algo sobre eso" no sé si era porque todavía me quedaba una materia por rendir, o debajo de esa excusa el gran dilema era que no estaba psicológicamente preparada para escribir sobre esto. Hoy oficialmente terminé el colegio y una serie de sentimientos mezclados vinieron a flote. "Ya tenés el titulo en trámite, tomá este papel para la facu". Primero fue la emoción porque al fin me saqué esa materia de encima que me preocupó durante todo el año, después surgió la negación: " Te juro que el año pasado estaba entrando en primer año", y después la impotencia: "¿Como me atreví a decir durante todos estos años que quería terminar el colegio?!!! De tan sólo hacer un repaso cronológico de lo que fueron estos años se me pone la piel de gallina, hasta cuando pienso en la agotable e infumable rutina. Pensar q...

Euforia

El sonido de su risa pudo formar la melodía más armónica y más mágica que mis oídos pudieron escuchar, pudo superar la increíble sensación que me causaba escuchar mi canción favorita a todo volumen.  Su espontaneidad supo despertar la mía despertándome también esas sensaciones y esos sentimientos que ahora puedo jurar que existen aunque antes nunca había sentido. El sonido de su voz me supo tranquilizar y elevar, articulaba una palabra y ya me llevaba  anosédonde. Su mano resguardaba la mía con fuerza pero con delicadeza, con posesión, me brindaba esa seguridad que hasta a veces creía perdida acompañada de esa sonrisa que no llegaba a hacer una risa pero igual para mí tenía sonido y eco. Su recuerdo supo convertirse en la foto mental más vista y compartida, se pudo fijar en mi mente más de una vez para mirarla siempre cuando yo quisiera. Te quiero no sólo por lo que me hace quererte inevitablemente. Te quiero por lo que sos sin dejar aparte nada de vos. Sería muy inútil ...

Rebuscada tu respuesta tanto como tu cabeza y su otra verdad

Estelas de su perfume preferido parecían dibujar, llenar y atormentar un ambiente un poco eufórico, alegre, nervioso que contenía a su vez un poco de tensión. Mientras ella iba una y otra vez a su tocador y se fijaba que todo esté en su lugar y peinaba cada onda de su pelo entre castaño y rubio oscuro, su cabeza estaba llena de suposiciones e idealizaciones que siempre había proyectado y soñaba que en breve se concretaran. Y ahí estaba ella, cualquiera que podía observarla diría que estaba concurriendo a la cita o encuentro más importante de su vida o por lo menos más importante de ese momento. Llegó con tiempo de anticipación, quizá algunos minutos o quizá algunos segundos ya que cuando se puso a pensar cuando tiempo llevaba en esa esquina, apareció él. Quizá ella esperaba que se haya preparado tanto como ella lo había hecho, pero sabía que eso no iba a suceder primero porque era hombre y los hombres no hacían esas cosas y segundo porque él era así, y justamente ese “ser así” que é...

Bariloche Dos Mil Trece

Nunca fui consciente de lo que en realidad eso significaba, perdí la cuenta la cantidad de veces que me dijeron "Disfrutalo", "Se te pasa volando, ni te das cuenta." Hoy a dos días de haber vuelto de la mejor semana de mi vida, puedo afirmar que esos consejos y palabras que hace algún tiempo subestimé, son totalmente certeras. Sonará trilladísimo pero juro que fue ayer cuando estaba de acá para allá corriendo para armar la valija, para estar pendiente de los últimos detalles que me faltaban para ir hasta la puerta de mi colegio y esperar ese colectivo que me iba a llevar a ese destino que esperé desde que estaba en primer año. San Carlos de Bariloche es como te la pintan, te re contra cagás de frío y como máximo llevás dos camperitas en la valija porque salís como en Buenos Aires, con tu banda alimentados por la inagotable energía del coordinador, empiezan a corear cantos cuando se cruzan con egresados de otras empresas, te quieren vender fotos con todo perro San ...

Espejo

Me perdí en ese intento de descubrir por qué se demuestra odio y rechazo en eso que se ama. Por qué dos sentimientos tan abismales y analógicos iban a compartir un mismo principio, un mismo objeto. Por algo natural se los ubica distantes uno del otro, como opuestos, como independientes, como paralelos. El amor es más allá de un beso, de una caricia, de un abrazo, de estar cuerpo con cuerpo, es más allá de un corazón rojo dibujado en el extremo de la hoja, de un “te amo” lleno de clichés. Esas son las imágenes del amor bajadas a lo terrenal, a lo que se quiere experimentar de él. Porque es así, uno escucha amor y una nube de enamoramiento sea a lo que sea, se hace sentir en el cuerpo. Mientras el amor en sí, el amor abstracto viaja por el tiempo para ser conocido por lo que realmente es, para que se conozca que el amor rojo o rosa a veces tiene un negro en su interior. El amor puede ser odio, y el odio puede ser amor. Nada los separa ni los diferencia, sólo el delgado sentimien...