Señorito X

Como empujar una puerta con un cartel enorme de “tire”. Como abrir un paquete de papas fritas que se siente lleno pero solo de aire. Yo me llevé puesto tu desinterés y me hizo mierda. Me la pasaba empujando cuando tenía que tirar. Cuando tenía que dejar de conformarme con promesas bien vendidas, con palabras azucaradas que al final no dicen nada. Cuando tenía que dejar de esperar el impacto de tu indiferencia. Y ahi estaba. Ya perdí la cuenta de las veces que me quedé ahi expectante  para verme a mi misma como una pelotuda importante mientras vos jugabas a ignorarme. Al fin y al cabo sos un adicto del juego retorcido del que me tenés como protagonista. Venis. Te divertís un poquito. Y te vas. Sin remordimientos. Sin darte vuelta mientras te vas desdibujando en la multitud. Pero eso solo se hace en las despedidas. Esto no es una despedida. Sos tan perverso que sabes que me quedo quieta. Quieta por vos. Quieta esperando a que vuelvas. Total te despedi en un millón de nuncas. Te putee en todos los idiomas en un millón de siempres. Deposité esperanzas de mandarte a la mierda en aquellos “tal vez” que al final ni fueron posibilidad. Me rompías cada vez un poquito más para no decir que me rompías vos cada vez que yo te abría la puerta. Como no abrirte la puerta a vos. Al bombón asesino que viene con su andar “no me importa nada” y yo anodada de ver tanta fanfarronería junta puteando por lo bajo pero tan “me importa todo”. No se como puedo quejarme de vos al final. Como puedo quejarme siempre un poco más de la careta que te ocupás de cambiar cada vez que me ves. Como me puedo quejar si me dan ganas de arrancarte el miedo con furia traducida en un par de besos y dientes. Se te dibuja la cobardía en los ojos y sabes que yo lo sé. Como no saberlo si te veo morir de miedo. Y lo peor es que me chupa un huevo. 
Al final no se que prefiero. Por momentos, quisiera ir con un revolver a destruir a aquello que te dejo tan temeroso y hostil. Pero también dejar de romper mis propios espejos mentales por alguien que prefiere escupir desasosiego para no volarse los sesos por sentir un poco de amor. Por no querer descubrirse en el cuerpo de alguien más. Al fin y al cabo quien no arriesga, no gana. Y el que no gana, nunca conoce el amor. Vos te negás a conocerlo, y yo ya no se que hacer con todo el amor que tengo por vos. 

Hace lo que quieras. Te tragás la mierda o la escupís. Pero te pido por favor que no me toques la puerta, porque sabes muy bien que te voy a tener que abrir

Comentarios

Entradas populares de este blog

El karma soy yo.

Estoy bien mal

Te llevo para que me lleves.